Coches automáticos volkswagen

por | 18 octubre, 2016

Nos ocupamos hoy de los modelos de la marca Volkswagen que incorporan sistema de cambio automático. Esta empresa alemana introdujo en 2003 el sistema DSG en el mercado, pero desde entonces su evolución en este ámbito concreto ha sido bastante irregular. Parecía que, finalmente, iba a tomar un nuevo impulso en esta dirección, pero la firma ha sufrido varios reveses inesperados que le han puesto un nuevo freno a los proyectos.

De hecho, anunciaron la salida al mercado del cambio automático DSG de 10 velocidades, pero en 2015 paralizaron el proyecto y decidieron priorizar otras cuestiones.

Enseguida nos ocuparemos de este tema, pero antes, conozcamos un poco mejor a esta firma automovilística y fijémonos en los detalles más importantes de su historia.

La historia del “automóvil del pueblo alemán”.

Esa es, exactamente, la traducción del nombre en alemán y su slogan, Das Auto, se traduce como “el automóvil”. Todo se debe a que su nacimiento fue la respuesta a la necesidad de crear en Alemania en los años 30 un coche accesible para la mayoría de los ciudadanos, para fomentar la industria del automóvil en el país. El proyecto, apadrinado por Hitler, recayó en Ferdinand Porsche.

Así surgió el conocido Escarabajo de Volkswaguen o Beetle. Pero, cuando iba a iniciarse la producción y llegó la Segunda Guerra Mundial. Porsche fue encarcelado por sus vínculos con los nazis y los ingleses tomaron las riendas de la factoría. El primer Escarabajo empezó a producirse en 1945 pero no se popularizó hasta los años 50, convirtiéndose en un vehículo muy aceptado en Europa y América. Dejó de producirse en Alemania en 1972 y en Brasil en 1985, a causa de la aparición de otros modelos equivalentes en el mercado. Solo continuó la producción en México hasta 2003.

Volkswagen volvió a los primero puestos en el ranking de evolución de sus automóviles en la década de los 70 con los modelos K70 y Passat. En 1974 presentó el Golf y a continuación el Polo. Ya en 1998 ofrece un modelo renovado del antiguo Escarabajo. En los años posteriores surgieron los modelos Phaeton, Sharan, Touran, un monovolumen de 7 plazas, y el Touareg, un todoterreno de lujo.

El Grupo Volkswagen dispone actualmente de 45 fábricas en 20 países.

La polémica del falseamiento de las emisiones de gases contaminantes

No podemos repasar la trayectoria de Volkswagen sin recalar en este triste episodio reciente. Surge en 2015 cuando Estados Unidos acusa a la empresa alemana de haber implantado en los coches diésel un sistema para falsear los test de contaminación.

La cifra de vehículos trampeados supera los 11 millones. El caso le costó la dimisión a su presidente, Martin Winterkorn.

El cambio automático en Volkswagen

Aunque Volkswagen fue pionero en la implementación del sistema DSG en los vehículos de su grupo, lo cierto es que tuvo también unos años en los que apenas evolucionó en este campo. No estuvo a la altura de otras marcas que trabajaban sin descanso para sacar al mercado sistemas de cambio automático más suaves, eficaces y con mayor y mejor rendimiento.

Actualmente muchos de sus modelos incorporan el cambio automático DSG (Direct Shift Gearbox) que se presenta en versión de 6 o de 7 velocidades. Su principal ventaja es que permiten ahorrar combustible y ofrecen un sistema dinámico y resolutivo.

Los sistemas de cambio DSG de 7 velocidades funcionan con 2 embragues secos, mientras que el de 6 velocidades lo hace en un baño de aceite. El sistema de cambio automático en ambas versiones es tan rápido que desconcierta a muchos conductores y la tasa de ahorro de carburante supera el 20%.

Aunque Volkswagen anunció hace unos años que sacaría al mercado la caja de cambio automática de doble embrague DSG de 10 relaciones, en 2015 tuvieron que cancelar el proyecto. Se hizo público en el Salón del Automóvil de Frankfurt y la compañía alegó como motivo el elevado coste del desarrollo y la complejidad del mismo. De hecho, reconocieron que había otras prioridades a las que tenían que hacer frente.

El sistema DSG de 10 velocidades suponía todo un reto, ya que incrementaba la reducción de combustible e iba a ser compatible con varios motores y todo tipo de tracciones.

Ahora la compañía se enfrenta a otro problema diferente: clarificar las irregularidades de las emisiones y cubrir los 7.300 millones de dólares que costará la reparación de los 11 millones de vehículos afectados.

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