Ventajas y desventajas de los cambios automáticos. ¿Cuál elegir?

por | 7 septiembre, 2016

El cambio automático, implantado con tanto éxito en el continente americano, empieza a cuajar ahora, varias décadas después, entre los conductores de nuestro país. Lo cierto es que ha empezado a ser aceptado a raíz de que muchas marcas de coches de gama alta comercializaran sus principales modelos con este cambio incorporado. Esto ha hecho que en España haya empezado a considerarse este sistema como parte del equipamiento de los coches de cierta categoría, lo que es sinónimo de una buena prestación y de gran funcionalidad.

Ventajas del cambio automático

Obviamente, el cambio automático aporta, sobre todo, facilidad en la conducción y comodidad. Una ventaja que se magnifica si nos centramos en la posibilidad de conducir por ciudad, con sus correspondientes embotellamientos, semáforos, paradas y aceleradas.

Hay algunos que opinan que el cambio automático puede convertir la acción de conducir en algo todavía más monótono y aburrido de lo que es en algunas ocasiones. Pero, sus defensores siempre dicen que, en estos casos, siempre podemos cambiar de marcha de forma manual si así lo deseamos.

Sin embargo, hay que dice que es una bendición para poder fijar toda nuestra atención en la circulación y olvidarnos del embrague, la sincronización de pedales y la posibilidad de que el vehículo se cale. Además, el cambio automático puede ayudarnos a que el vehículo suba mejor las pendientes empinadas.

Por último, sus defensores dicen que el motor de un coche con cambio automático sufre mucho menos que el que tiene cambio convencional. La explicación reside en que los cambios se realizan siempre en el momento justo, sin llegar a pasar el coche de revoluciones y con un engranaje justo y preciso de las marchas.

Inconvenientes del cambio automático

Pero, claro, no todo va a ser ventajas. Faltaría más!!

Un coche con cambio automático siempre resulta más caro que uno con cambio manual. Su precio oscila entre los 600 y los 2000 euros en función del modelo del que se trate y este dinero hay que sumarlo al precio final del coche. Además, si hablamos de marcas y modelos de gama alta, la diferencia se dispara…

Además, nos obliga a realizar revisiones más precisas y con mayor regularidad, dado que se trata de un sistema técnico más complejo. Estas revisiones no deben saltarse y son, evidentemente, más caras.

Y, en cuanto al consumo de combustible, los últimos años este aspecto ha mejorado. Antes un coche con cambio automático consumía un 10% más que otro de cambio manual. Ahora este aspecto se ha mejorado hasta prácticamente igualarse.

Por cierto, hay quien apunta otro inconveniente. Y es que con el cambio automático no puedes utilizar el motor como freno, al reducir las marchas. Todos sabemos que si circulas por una pendiente es un buen sistema para controlar el descenso del vehículo. Obviamente, esta tarea queda restringida a los vehículos que disponen de cambio manual.

¿Qué modelo de cambio automático elegir?

En el mercado encontraremos una lista más o menos larga de tipos de cambio automático. Pero, los más comunes son 4:

    • Convertidor de par: funciona con un embrague hidráulico y tiene un funcionamiento sencillo y sin complicaciones, resistente a todo tipo de conductores. Es el más habitual y tiene una buena relación calidad/precio.
    • Caja de cambios manual pilotada: es una mezcla entre el cambio manual y el cambio automático. Es decir es un cambio de marchas convencional que no necesita que el conductor embrague, porque incorpora este sistema automático. Su problema reside en que los conductores no saben darle un buen uso, ya que al no tener que pisar el embrague no suelen levantar tampoco el pie del acelerador.
    • Caja de cambio por variador continuo: reduce bastante el consumo de los coches de gasolina. Lo incorporan casi todas las marcas de coche japonesas. Facilita el mantenimiento de una velocidad constante, aunque si se acelera mucho la subida de revoluciones del motor es desproporcionada.
    • Caja de cambios de doble embrague: dicen que aporta lo mejor del cambio convencional y del automático. Proporciona cambios rápidos y suaves y es el más aconsejable para un vehículo que se usa a diario.

 

En cualquier caso, el avance tecnológico de los últimos años hace que tanto la opción manual como la automática estén muy igualadas en prestaciones y resultados. Esto genera debate y lo seguirá haciendo. La cuestión es saber de lo que hablamos y, si tenemos la oportunidad, probar uno varios sistemas antes de decantarnos por ninguno de ellos.

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